Monto el tinglado en …

11 noviembre, 2008

http://funcionata-jarto.blogspot.com

Allí nos vemos.


A tomar por saco

11 noviembre, 2008

Ahora parece ser que en WordPress (versión para pobres gratuita) tengo que convivir con un gratificante mensaje de error sobre el feed caído. Ya antes tuve otro tipo de problemas con esta plataforma tan halagada por todos; menos yo, que debo ser una especie de perturbado que no sigue la corriente. El caso es que me niego a depender de nadie (rebelde que es uno), habiendo por ahí otras plataformas blogueras.

Así que rompo mis cadenas y vuelo libre hacia otro destino, donde espero se me dispense el trato exquisito que merece alguien de mi catadura moral y rancio abolengo.


El fax

4 noviembre, 2008

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Cierta gestión engorrosa requería para su solución la llegada de un fax. La cosa tardó su tiempo pero, por fin, la máquina del fax se puso a hacer ruido. Un regocijo de satisfacción recorría mi interior; la pesada losa administrativa iba a desaparecer (pobre iluso, si es que no aprendo). Así que me dirijo al fax y veo esto que ustedes pueden apreciar en la foto. . . .Acto seguido, mis genitales se cayeron al suelo.

Un compañero afirma ver la cara de Jesucristo, como en la sábana santa, pero yo, que soy hombre de poca fe, no veo un carajo, será que no tengo imaginación. Al final la solución ha sido mandar el papel de marras por correo, lo que alarga el proceso unos días más, para mayor gloria de nuestra querida Administración.


¡Que te vas a herniar!

21 octubre, 2008

Abran bien sus pupilas y contemplen en acción al compañero con quien he tenido el honor de compartir la carga de trabajo. Ahí esta el tío, dándolo todo; qué gran ejemplo de diligencia, esfuerzo y perseverancia. Y es que ya sabemos el trabajo dignifica y el compañero en cuestión es muy digno, de hecho, yo diría que es más digno de nadie. Abrumado ante tanta laboriosidad, yo no hago más que decirle «pero hombre, para ya, que te vas a herniar», sin embargo, él ni se inmuta y sigue firme en su puesto, dándome toda una lección de clase y pundonor, ¡qué grandeza!.

Por otra parte, he de decir, que desde esta semana la situación ha cambiado, tras una intensa charla con el jefe del departamento sobre mi sorprendente y enorme parecido con el pito de un sereno.


Huevos y piedras

14 octubre, 2008

Últimamente estoy un poco quejica con todas las visicitudes que derivan del hecho de estar ubicado en tierra de nadie, como pueden comprobar en los posts anteriores. Sin embargo, no todo van a ser desventajas, pues en esta vida, a veces se cumple eso de los últimos serán los primeros. Y es que precisamente, hoy, la gran sede, de la que mi departamento sufre destierro, ha sido visitada por una numerosa congregación de ciudadanos que ha manifestado su aprecio y fervor hacia nuestra querida Administración con una gratificante lluvia de piedras y huevos, lo que a su vez ha dado lugar a presencia policial, montándose una estupenda fiesta de convivencia entre Administración, administrados y fuerzas del orden a la cual mi departamento no ha sido invitado, cosa que agradecemos enormemente, dado que somos un poco tímidos y no nos desenvolvemos bien en este tipo de fiestas salvajes.


Desde la ventana

7 octubre, 2008

Lo de estar en tierra de nadie sigue siendo fuente de peculiaridades. Formamos parte de un bloque de vecinos y mi ventana da al patio. Siempre había estado en dependencias puramente administrativas y se me hace raro trabajar con los detalles cotidianos de un patio de vecinos: el olor a albondigas caseras, las voces de las madres llamando a sus hijos, etc. Así que quiero aprovechar la ocasión para saludar afectuosamente a la señora mayor que se me queda mirando cuando tiende la ropa. Nuestras miradas se han cruzado más de una vez; ella cuelga en el tendedero los calzoncillos de su marido mientras yo me peleo con la burrocracia administrativa; ambos estamos atrapados en extraños giros del destino, bromas de mal gusto que nos gasta la vida; por eso siento un vínculo especial con ella y desde aquí le mando un abrazo a la par que le recuerdo que ya va siendo hora de regar el ficus, que tiene las hojas amarillas.


La he robado del water

29 septiembre, 2008

SÍ, ¿Y QUÉ? …

Dado que una simple papelera adquiere, en mi microcosmos administrativo, la categoría de bien de lujo, posicionándose a la misma altura que el caviar, la langosta o el Dom Perignon; sin pudor alguno, embuído por un halo de valentía propia de quien ha perdido la razón, he sustraído este santo grial administrativo para ponerlo cerca de mi mesa.

Lo malo, es que la papelera cumplía la vital función de evitar tirar objetos que pudieran atrancar el water. Así que, gracias a mi hurto, es probable que algún día se produzca una obstrucción que provoque que salgamos nadando en mierda.

Pero a estas alturas, sinceramente, me importa un bledo.


Llámame (si puedes)

21 septiembre, 2008

El disponer de un teléfono con el que poder llamar y no ser llamado, para muchos sería equiparable a un don divino o un superpoder. Y es que debido a lo de estar en Tierra de Nadie, resulta que estamos fuera de la red corporativa de teléfonos y tenemos esta particularidad. Dado que el acceso a teléfonos fuera de dicha red suele estar resringido, podemos llamar y no ser llamados.

Sin embargo, yo que soy un bohemio y voy al revés del mundo, esto me resulta incómodo. Muchas gestiones requiren llamadas por parte de otros para poder solucionarlas y aquí es donde estoy jodido. Evidentemente este problema también lo tienen los demás compañeros de la sede, así que se ha resuelto asignando móviles de red corporativa. ¿Y a que no saben quién es el único de todo el edificio que se ha quedado sin móvil corporativo?. . . Una pista: es el que lleva la carrera administrativa más surrealista.


Tengo sed

3 septiembre, 2008

 

Una de las ventajas de mi nueva ubicación es que no hay agua potable. Ésta viene acompañada de unas encantadoras virutas de metal, de modo que el que la beba, en su momento All Bran puede llegar a plantar un pino que ni el mismísimo Iron Man. Así que, llámenme delicado, pero yo no bebo. Y es que no hay nada más agradable que no tener agua en verano y poder hacer gala de una boca reseca y pastosa.

Los compañeros optan por comprar agua del supermercado, pero las altas temperaturas veraniegas hacen que se caliente rápido, convirtiendo el líquido elemento en un formidable laxante, como demuestran sus frecuentes visitas al WC, para mayor gloria de las pituitarias más delicadas.

Pero lo mejor de todo, es que esto no es puntual, viene ya de lejos en el tiempo y seguirá en el futuro como consecuencia de estar en unas dependencias que están en tierra de nadie (como ya explique aquí), lo que implica que la Adminstración está reacia a hacer cualquier tipo de obra o arreglo, de modo que permaneceré inmutable en mi puesto, cual cactus; pero no se extrañen si en los días de lluvia ven  funcionarios sacando la cabeza por la ventana con la esperanza de mitigar su sed.


3 = 0

5 agosto, 2008

Sentir en tus carnes errores administrativos y burrocráticos, no es sólo cosa del sufrido ciudadano, como ya sabrán quienes habitan en las entrañas de este peculiar cosmos. Ahora he tenido el placer de ver como desaparece un trienio. Un simple error de teclado o de ratón ha exterminado de un plumazo 3 años de dichosa alegría en esta puñetera Administración. Estoy disfrutando mucho con la parte burocrática que implica conseguir que subsanen el dichoso error, además la ola de calor africano junto con el hecho de que todo Cristo está de vacaciones menos yo, me pone de un humor muy jovial y dicharachero. No es que tuviera pensado comprar grandes mansiones y castillos con el trienio de marras, aunque sí un paquete de pipas. El caso es que me opongo a que las bellas experiencias acumuladas en 3 años, de las que tenéis una ligera muestra en este blog, caigan en el olvido. Seguiré con mi cruzada contra el gran dragón burrocrático.